jueves, 13 de marzo de 2014

Momentos de inspiración, enigmas de cada día.

Cada vez que escribo no tengo en mente a ninguna persona, lugar u objeto en especial. Puedo redactar una historia de desventuras y desamores, un canto a la vida sola, un poema de placeres y amores reales.

Fabrico una “seudo - realidad”, donde soy protagonista de los más efímeros pasajes románticos, apasionadas relaciones que culminan en desgracia, crueles explicaciones de como se daña una persona, como se enferma un corazón anestesiado por el amor, escribir sobre lo duro de enamorase, recordar lo triste de una decepción.

Parte de la nostalgia de mis vivencias, de mis visiones, de mis desvaríos es el resultado de un mundo vacío, timador y miserable, donde el débil muere en el intento de ser valiente, porque existir no es un juego de timoratos.

Sumándose al todo de una mujer imperfecta socializando con personas que buscan perfección, menuda parodia del destino, absurda ironía de la vida.

Dentro de los contados momentos de desbordante imaginación, suelo absorber lo que veo, lo que escucho, lo que leo, y lo transformo en algo único, mío, en mi esencia.

Aquí me desnudo ante los ojos del mundo, fortalezco mi devoción por la belleza del amor y del desamor, me expongo sin máscaras, sin tapujos.

No necesito más preámbulos para presentar lo que sin dudas, eso espero, es el reflejo de una conflictiva alma que no encuentra paz, pidiendo ayuda, exhortando la impulsen a llegar a su lugar de plenitud y armonía total, donde se combinen todos los factores externos y pueda ampliarse, desarrollarse y explayarse con anomalía grandiosa.

Sin más.

Como si fueras tú:

Ya nada queda entre los dos,
se fue la primavera que una vez nos envolvió,
llegó la soledad tras es cruel adiós
de un amor que con el tiempo se perdió.

Se traspasa el sentimiento del amor
en el sitio donde sita el corazón,
como si fuera posible tanto dolor
en el cuerpo, por dentro, menuda aflicción.

Quedé vacía circunstancialmente
mi único delito fue confiar en ti,
fuiste un gran obstáculo, y específicamente
entrando en tu mirada fue que me perdí.

La vida ya no me sonríe más,
quedan solo las ganas de llorar,
en un destino donde no estarás,
en un futuro donde no te pueda amar.

Me aferré a tus besos, fui torpe,
me sumergí, con frenesí, en el placer
como si fueras tú el perfecto hombre
cambiaste mi noción de lo que es querer.

Aunque el tiempo pase sigo estando aquí
sintiendo tu inexistencia, esperando que llegaras,
lo abstracto de tu mirar te delata junto a mi
y sigo esperando, que con el tiempo, me amaras.

6 comentarios:

  1. Sacando a pasear a la artista y creativa.

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  2. Muy bueno el texto. Versos muy creativos. Lo sabía, lo sabía. Lo que lees, lo que escribes, lo que vives.

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    1. gracias, a veces el no tener en qué pensar fomenta el arte en mi :)

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