INTRODUCCIÓN
“El periodista no es un mero
intermediario o mediador entre el hecho y el público. Es un intérprete, el
artífice que nos ayuda a entender la realidad que nos rodea, los sucesos que
acontecen y afectan nuestra existencia en el mundo. El profesional de la información
periodística no se caracteriza por captar sin más los hechos. Busca con rigor y
minuciosidad el significado que estos hechos poseen, pues bien sabemos que ver
no es comprender. La objetividad y la veracidad del periodista en esta
ocupación son elementos esenciales e imprescindibles.” (Periodismo Ciudadano
versus Periodismo profesional: ¿Somos todos periodistas? De Elena Real
Rodríguez).
Un periodista es dibujado como un
personaje que lucha contra el mal social (además al periodismo se suman las ciencias
humanas y sociales que le dan carácter agregado a su función). Mas este se
enfrenta a una constante y desnivelada transformación: “Desde los cambios
tecnológicos a los experimentados en la estructura de propiedad de los diarios,
todo o casi todo parece distinto hoy. La competencia con los nuevos medios
electrónicos ha llevado a los periódicos a aligerar el peso de sus reflexiones
al tiempo que aumentaba el número de sus páginas y potenciaban la inclusión de
color en sus fotografías, primero en los anuncios, más tarde en la información.
Algunas publicaciones míticas, como el Times de Londres, cambiaron su austera
apariencia de calidad por el ropaje alegre del sensacionalismo, mientras que la
prensa vespertina agonizaba en muchos países, víctima de las horas dedicadas
por sus eventuales lectores a ver televisión. Más tarde aparecieron los
soportes digitales, con la consiguiente fragmentación de la audiencia, e
Internet, con su vocación de universalidad individualizada. Todo ello condujo a
una acelerada y creciente concentración de la empresas periodísticas, que
sobrepasó enseguida la propiedad de los medios de comunicación para
entreverarse con la de los sistemas de ocio y entretenimiento.” (El Oficio
de Periodista de Juan Luis Cebrián).
Durante el paso de los años se ponen
en duda ciertos aspectos fundamentados en los orígenes del mismo, por ejemplo,
ser un medio social pero también económico: el fin comercial vence, por mucho,
a la opinión pública con vocación de servir. Esto es, a veces, barrera para cumplir
las normas del periodismo, que suman nueve: 1. Decir la verdad; 2. Lealtad al
pueblo; 3. Verificación de información; 4. Independientes de poder; 5.
Vigilantes; 6. Dar tribuna al público; 7. Hacer de lo importante algo
interesante; 8. Imparciales; y 9. Seguir su conciencia. Todos ellos abriendo
paso a la discusión de todos los tiempos: libertad de expresión como condición
básica de la democracia.
EL CHRONOS DE LA RADIO
Guglielmo Marconi crea la radio, la
cual se convierte en un medio inmediato, facilitador y reforzador. La comparó
con un teléfono pero, característica diferenciadora, sin hilos (cables) que lo
limiten, asociando su invento con los campos y ondas electromagnéticas que
conduzcan el sonido.
En sus comienzos, la radio era de uso
EXCEPCIONALMENTE para la guerra, como principal elemento comunicativo con
tiendas de campaña y sirvió como enlace en “tiempos difíciles”. Se suma su
difusión entre las familias de los soldados, las cuales estaban en constante
recepción de información que provenía de esta (algún herido o muerto, avisos de
fin de conflictos, noticias desde campo de batalla o alrededores, etc.). Mas
este medio cobró fuerza en 1901, con la marina inglesa, cuando se transmite la
primera señal a través del Atlántico, dándole el nombre, bien merecido, de
“medio por excelencia”.
Su superioridad reside en su alcance
y difusión, que resulta cuantioso en comparación con otros medio, sumado a ello
el hecho de dar sensación de compañía (característica propia de toda
interacción social, que brinde seguridad y cercanía).
El paradigma: carácter social vs.
Comercial. ¿Cuál debería primar? Si bien la radio fue vista como un mecanismo
generador de utilidades, es más importante su escenario socializador, junto a
su intervención en la política, pues permitió promocionar ideas, consolidad
pensamientos e impulsar opinión pública. Tal es el caso de su participación
activa en tiempos de una Alemania con Hittler, el Partido Nazi la empleó como
vehículo de su propuesta e ideología. Y vuelve al escenario bélico, facilitando
la comunicación, su alcance, etc. (intervino activamente en la Segunda Guerra
Mundial).
¿PERIODISMO PARA TODOS?
“El periodismo morirá “cuando ya no
haya adelantos que propagar, injusticias que denunciar, débiles a quien
amparas, fuertes a quienes contener, entuertos que enderezar, aspiraciones que
defender, teorías que discutir, verdades que investigar, leyes que combatir y
hombres que mejorar”. Este fue el vaticinio de un siglo atrás formuló Rafael
Mainar, aventajado maestro, para quien ese ideal constituía la esencia del
reporterismo, la misión y la responsabilidad de todo periodista. (“No todos
somos ya periodistas. Un análisis de la utopía del periodismo ciudadano desde
la perspectiva del reportaje interpretativo” de Calos Macía Barber).
Hoy se cumple aquella aseveración,
pero, sumado a ello, está el conjunto de personas que, sin necesidad de tener
experiencia o cartón en mano, ejercen “periodismo”: difunden información,
forman parte activa en el recojo de noticias, etc.; convirtiéndose entonces
este oficio en algo común, sin profesionalismo, apto para todos.
“El proceso
comunicativo en el escenario de la Comunicación está centrado en el usuario:
los usuarios tienen el control para elegir, decidir, buscar, definir,
configurar, suscribirse, comentar y, lo más importante: para escribir, hablar y
filmar (...) El modo pasivo y unidireccional de consumo de los medios
tradicionales es reemplazado por el concepto de usuario activo, que busca
contenidos, explora y navega info-espacios” (Orihuela, noviembre 2003).(1)
Con las innovaciones en el campo de
la comunicación todos se auto-facultan con la capacidad de emitir información,
volviéndose parte “significativa” del proceso de comunicativo y los distintos
flujos de sociabilización (teniendo por fines generar opinión y la buscar la
verdad). Con ello se desarrollan mayores espacios para el diálogo,
confluencia de ideas, y se establece un espacio de convergencia minimizando la
comunicación vertical pues se habla de iguales comunicándose entre ellos
(horizontalidad).
Un periodista resalta sus proezas en
la manera como maneja la información, la traducción y/o interpretación de la
misma y su poder de difundirla, dejando escepticismos, opiniones y/o
valoraciones (al menos esto ocurre en la teoría, en la praxis es adecuado
tratar de cumplirla lo más posible ya que no existe una igualdad entre lo
escrito y lo practicado). El periodismo ciudadano es un término de la lucha por
la LIBERTAD DE EXPRESIÓN, DE OPINIÓN Y, JUNTO A ELLOS, DEL TRABAJO: formamos
individuos que consideran poder nivelarse con grandes periodistas solo por
haber obtenido representatividad con su emisión entre cibernautas, y son ellos,
en su mayoría, los que consumen este tipo de informaciones. La decodificación
está en base a su nivel de comprensión, retención, y valoraciones, todo ello
para realizarse una apropiación.
Sin embargo la participación
ciudadana no habla de un proceso formal ni exhaustivo, sino de un tipo de
intervención de las masas en temas que les afectan: hacerlos parte del problema
para sentirse parte de él. Ello es adecuado sin un medio quiere seguir
posicionado mercantilmente, ya que las personas se sentirán “queridas y
escuchadas” y darán su voto de confianza (junto a su dinero) para este peculiar
medio que utilizó esta compleja palabra. Un agregado es que estos
“participantes” puedan ser fuentes valiosas de información, claro, en
determinados casos.
“Esta nueva “cultura de la participación” planteada por Jenkins (2006)
supone, por tanto, radicales modificaciones en los modos de interacción del
oyente. Así, “el poder del productor y el consumidor mediáticos interaccionan
de maneras impredecibles” (Jenkins, 2008: 14). De esta manera, resurge el
empleo de un término, el de prosumidor (en referencia a la unión de los
conceptos de productor y consumidor), anticipado por McLuhan y Barrington
Nevitt: “la tecnología electrónica permitiría al consumidor asumir simultáneamente
los roles de productor y consumidor de contenidos”. De acuerdo con Rost, la
interactividad es definida como “la capacidad gradual que tiene un medio para
darle a los usuarios un mayor poder tanto en la selección de contenidos
(interactividad selectiva) como en las posibilidades de expresión y
comunicación (interactividad comunicativa)”, siendo precisamente en esta última
modalidad en la que nos encontramos a este renovado usuario capaz de
participar, recibir y producir contenidos. Se trata pues, de un nuevo rol
ejecutado por los usuarios a los que Rosen se refiere como “gente conocida
anteriormente como audiencia”."(2)
Sin buena supervisión ni filtros las personas podrían caer en un caos debido a
la desinformación, la falsa verdad, la ambigüedad, y otros conflictos que se
presentan al ejercer mal el periodismo, puesto que un verdadero periodista hace
una labor totalizante, agregándole el carácter humano. La profundización en la
información va a depender más del periodista que del ciudadano que colabora, he
aquí que se vislumbra el peligro de periodismo ciudadano, pueden circular
“rumores” con máscara de informaciones.
PERIODISMO QUE INVESTIGA
En base a los pilares del periodismo,
a su impacto social y su cobertura entre las personas, planteamos la premisa de
que la investigación es gregaria en el periodista: está en su naturaleza y no
puede ser desligado de ella, puesto que si no investiga, si no se inmiscuye en
detalles o busca nuevas fuentes de información, entonces nadie más realizada
ese trabajo por él, y él lo sabe.
El periodismo investigativo no busca
solo informar sino sacar a la luz algo que, misteriosamente, otros quieren
encubrir. Así como en las películas policiales, las del villano y el héroe, las
novelas de Sherlock Homes: investigar es más difícil que difundir porque debes
valerte por recursos propios, medios alternativos y esfuerzo cuantitativamente
superior. Y si los medios no apoyan a sus periodistas es difícil producir una
investigación.
En ocasiones, los medios de
comunicación tienden a presentar informaciones que han recibido íntegramente
filtradas como si se tratara de textos de periodismo de investigación,
elaborados a través de un trabajo minucioso realizado por un equipo de
investigadores-periodistas. En la publicación de informaciones filtradas que se
presentan ante el público como textos procedentes del periodismo de
investigación se introduce de lleno ante prácticas que atentan abiertamente
contra las normas deontológicas junto a los principios de cada periodista.
El interés por hacer esta clase de
periodismo ya no está concentrada en la comisión obtenida por el trabajo o el
pago por las funciones ejercidas, sino se resume en prestigio, el cual solo
puede ser obtenido con sacrificio, un trabajo investigativo que demande tiempo
y dinero; además solo un verdadero periodista capacitado y con experiencia
puede realizar una investigación profunda y con resultados buenos; porque una
noticia debe ser diseñada para generar atracción, aparte de contenido, y
atrapar al consumidor: no siempre las vastas investigaciones venden lo
necesario para subsistir, por eso también necesita generar arraigo social para
respaldarlo.
No dejemos de dar importancia al
hecho de que los medios de comunicación no apoyan mucho este estilo de
periodismo por la inversión y demanda en desequilibrio, así los dueños de corporaciones
o emporios comerciales no "desperdician" sus utilidades en ellos, le
dan prioridad a líneas de producción que retribuyan su producción, y como saben
que este periodismo aunque puede causar revuelo, no puede manipular
pensamiento, todo lo contrario, les muestra una verdad. Además al estudiar el
mercado, no tiene un público objetivo y se arriesgan a ser aceptados.
“…, el periodismo investigativo
podría ser la tabla de salvación de los medios impresos ante la avalancha
informativa del mundo online” (¿Es viable el periodismo investigativo? De
Carola Fuentes).
PERIODISMO EN EL SIGLO XXI
“El periodista actual afronta como uno de los principales desafíos
de los primeros años del siglo XXI: el uso eficiente de internet”(5),
el cual ha repercutido considerablemente en la forma de interactuar que antes
usaban las personas dentro de la sociedad pues produce gran cantidad de
espacios de diálogo donde interactúan las personas con mayor rapidez
(desarrollo sostenible): “Los tiempos están cambiando, están cambiando
radicalmente. Estamos inmersos en medio de una revolución tecnológica que va a
acabar con mucha tradición periodística. El uso que el público hace de su
tiempo está cambiando radicalmente, sobre todo entre los más jóvenes, y está
provocando en nuestro mundo, en el mundo de la comunicación y del periodismo,
un alud de cambios brutal al que tenemos que reaccionar con celeridad.
Nosotros los periodistas que nos dedicamos a contarle al público lo que pasa,
lo que cambia de un día para otro, lo que cambia de un minuto al siguiente,
tenemos que ser capaces también de adaptarnos a los cambios que nos afectan
directamente… solo sobreviven las especies que son capaces de adaptarse a los
cambios” (Reinventar el Periodismo: Medios necesariamente más participativos
para una sociedad más democrática de Sergio M. Mahugo).
En un mundo donde casi todo es
instantáneo, multifacético, impersonal, el verdadero periodista sabrá como
diferenciarse de los blogueros y de quienes por solo hobby intentan informar a
masas, que seudo difunden algo con la intención de conseguir adeptos y/o elevar
el ego de sentirse superiores, conocedores, profesionales.
Un transcendental invento ecológico,
económico, político, cultural, social, ideológico, racional, se ha creado: el
Internet. El periodista debe saber cómo involucrarse con el público, a través
de la Web sus actuales plataformas de comunicación.
LO QUE NO TIENE SONIDO NO EXISTE
El sonido es el alma de la radio,
pues el ser humano está relacionado con las ondas sonoras desde nuestros
cavernícolas ancestros (pues de ello se deriva el futuro lenguaje gráfico e
icónico, y, en tiempos actuales, el audiovisual), y este lenguaje fónico le
brinda el poder de construir realidades. Entonces este SONIDO se convierte en
el génesis de los constructos comunicativos (acordémonos que no empezamos a
habitar este mundo con la capacidad del habla, sino, en primera instancia, con
sonidos guturales, luego fue, poco a poco, edificándose el uso de palabras).
Este es el primer axioma.
El segundo: escenario de la
IMAGINACIÓN. Existe una comparación de la radio con el arte pues ambas son
medios para expresarnos, manifestarnos, explayarnos, es decir, rehacer una
realidad. Y: sin creatividad la radio se extinguiría. Dentro del ambiente
radiofónico se plantean dos momentos: uno informativo, emitiendo un contenido;
y otro pre-expresivo, tomando en cuenta la opinión del receptor. El resultado
final es la interacción social. En este axioma se involucran el habla
cotidiana, la emotividad de los radioescuchas, y descripción de sentimientos,
todo ello valiéndose de 4 herramientas: la música, el reflejo del alma y dador
de significación a estados personales; los efectos sonoros que reemplazan la
realidad y describen situaciones o lugares; el silencio, que da paso a la
meditación de los receptores; y la voz, que permite interactuar y dar significado.
Por ello, decimos que la radio te da un sentido.
El tercer axioma es que es
intrínsecamente TÉCNICO, pues si bien se vale de la expresión, también se
adhiere su correcta transmisión para poder “llegar” a los prosumidores sin
perder su valor. El factor técnico se vincula con el costo, la cobertura,
inmediatez y penetración de este medio en un determinado situacional; de igual
forma se suma su factor inherente y abstracto. Con ello se fomentan los
imaginarios sociales y aumenta progreso.
“Lo claro es que el físico italiano
construyó un dispositivo inevitable relacionado a la vida de las sociedades del
siglo XX y de las primeras décadas del presente. Su éxito se basa en el sonido
y, en esencia, en la creatividad con la que éste se amalgame o, si se permite
el símil, con que este se pinte porque las producciones de radio se originan en
la esfera de la expresión: son arte producido por la posibilidad estética” (LOS
AXIOMAS DE LA RADIO, TECNOLOGÍA Y PERIODISMO RADIOFÓNICO de Julián Cuesta
Moreno).
La radio ha ido evolucionando y
provocando cambios, todo ello gracias a 3 revoluciones: la portabilidad, con la
invención de transmisores y la radio “fuera de casa”; las emisores de corto y
mediano alcance (FM), que dan pase a la segmentación de públicos; hasta
ahora las radios por internet, que proporcionó la producción analógica y el
acceso masivo a la radio mediante la net. Sin embargo la radio debe seguir la
línea del cambio, el replanteamiento de sus contenidos y la forma como su
público se amplía.
Y aunque el internet es una nueva
forma de hacer radio, esta no varía en cuanto a sus axiomas. Si bien la
trasmisión no es por ondas electromagnéticas, los bits suplen perfectamente a
los anteriores. Existen radios virtuales convencionales, que son transmitidas por
formatos FM, cuyos contenidos, aunque buenos, no se adaptan muchas veces a las
demandas de cibernautas ya que hablar para oyentes tradicionales no es igual
que para públicos indeterminados; la publicidad también ejerce un sólido
causante de fuga de demandantes pues los cibernautas no están adaptados para
escuchar 5 minutos de espacio publicitario; y el mensaje o mensajes no suele
(n) ser variados y por ello pierden interés. Las radios online se adecuan más a
este nuevo formato, maximizan las bondades de locutar y recrean la
radiodifusión tal como es.
La interactividad que hay en el
periodismo radical, o solo al ejercer locución, a través de las llamadas
promueve una mayor participación de la ciudadanía, asimismo la
retroalimentación se puede verificar de manera más rápida a través de la radio.
El cómo está interpretando el mensaje que se viene difundiendo.
La ciudadanía aporta con la
preparación de los adjuntos periodísticos y las tribunas de dialogo son más
profundas y absolutistas. Un medio de comunicación siempre debe ser supervisado
por un comunicador, la ciudadanía es parte de la noticia y su involucramiento
es una tarea del buen comunicador. Y mientras la radio sepa adaptarse al cambio
seguirá siendo aceptada, por eso es momento que se reinvente, re-estructure;
camaleónicamente hablando.
CONCLUSIONES
En resumen, el periodismo cuenta con
bastante historia que respalda sus fines actuales, así mismo sus agregados le
dan a los que ejercen este oficio el carácter de instrumentos entre la
información y las personas, no somos dirigentes, ni líderes, ni fomentamos
criterios de opinión, simplemente exponemos una situación lo más neutral
posible y dejamos que los sujetos se posicionen en un argumento.
Los distintos tipos de periodismo,
especialmente los difundidos con mayor fuerza en este siglo, han generado
debate y, hasta ahora, siguen en constante cambio o agregados.
La participación de la población es
de las nuevas que trae la Digitalización de los contenidos, más acceso a la
información, menos límites, más oportunidades de ser “periodistas”. La
tradicionalidad, de igual manera, ha sido superada por espacios online dónde
los medios exponen sus contenidos pero para la interacción de los consumidores.
Investigar es sinónimo de pérdida:
tiempo y dinero (para dueños de medios, en general), por ello es poco probable,
pero no imposible hacer este tipo de periodismo, además supone un arresto
gigante por parte del profesional o experimentado en el campo.
El periodismo radial se ha empapado
de todos estos nuevos conocimientos y ha fomentado una zona de participación y
emisión de mensajes para asegurar su excelencia. El sonido ha formado parte de
nuestra vida desde nuestros comienzos, evolutivos o bíblicos, así que con ello
la radio tiene un toque de superioridad ante los otros medios, ya que no solo
despierta imaginación sino que evoca pensamientos libres, en nuestra mente. Esa
libertad dela que todos hablan, en nuestro cerebro y corazón.