miércoles, 2 de abril de 2014

LAS "OTRAS RADIOS”: ¿Formatos de reivindicación ciudadana o entradas de propaganda subliminal?

POR EVELING NOEMÍ BONILLA VILCHEZ

Todas las mañanas, mi abuelita, así como los muchos moradores de caseríos, distritos o provincias,  se levanta temprano y lo primero que hace es prender la radio, sintonizando en el dial la frecuencia AM donde se transmiten programas de cobertura local o regional, donde seudos locutores inician sus “magnos discursos” sobre la problemática social de estos lugares e incitan a los radioescuchas a formar parte de su opinión que, en la mayoría de los casos, consiste en atacar, violentar, vejar a otros que no estén de acorde a su punto de vista; sin darse cuenta, mi abuelita y los otros cientos de pobladores rurales, son manipulados y dopados para formar parte de la masa que “obedece” a el falso “asesor del pueblo”.
Es la realidad del Siglo XXI, pues ahora ya no es necesario tener un título para ser comunicadores, solo basta con tener una idea y ejercer dominio sobre un público que siga tu lineamiento o que pueda ser persuadido con facilidad para que puedas ejercer el periodismo. Es triste ver como a lo largo de los años esta carrera tan interesante y de resaltante valor social se vea comparada o, en ciertos casos, superada en número por “ignorantes de la información”, personas que consideran que estar detrás de un micrófono y quejarse a nombre del pueblo es hacer PERIODISMO y ser INTEGRADORA SOCIAL, cuánta indignación en el deterioro de la radiodifusión actual.

Y ¿Por qué no nos damos cuenta de esta situación? A lo mejor desconocemos del poder que estos programas ejercen en la colectividad o no queremos aceptar lo mucho que influyen en nuestro quehacer diario, haciéndonos formar parte del grupo que manifiesta su inconformidad con autoridades, su desacuerdo con robos, muertes, violaciones, en fin, todo el descontento colectivo. Al no saber qué hacer o no querer hacer algo mejor es que escuchamos lo que nos cuenta un tipo cualquiera que, válgase el adjetivo, “malogra las mentes” con el mensaje que emite. Y lo peor es que estamos tan acostumbrados a seguir en lo mismo que cuando dice: rana, nosotros saltamos.

En el Perú, esta situación, descrita anteriormente, repercute en la mayoría del territorio y demuestra que somos un país con poco juicio crítico, que cada día crece y se expande pero no en base a ideas individuales sino de MASAS. La radio es el MEDIO DE COMUNICACIÓN MASIVA más extendido en nuestra nación debido a la creciente tecnología y el bajo costo de los equipos radiofónicos, junto a las políticas liberales de carácter comercial que aceleran la creación de más estaciones y nuevos emprendimientos (sociales, indígenas, ONG, religiosos, etc) pues la diversidad sociocultural que nos rodea necesita EXPRESARSE.

Los modelos de radio son 3: EL COMERCIAL que son las radios que obtienen sus ingresos económicos en base a publicidad, con fines de lucro y grandes audiencias; EL PÚBLICO es propiedad del estado y le sirve a él, no está orientado a responder por el pueblo ni a la participación ciudadana; y EL COMUNITARIO diversifica su financiación, además sus oyentes son partícipes de lo que emite la emisora, no buscan lucro. Aparece el termino: “Las otras radios” y  son aquellas cuyo formato no se asemeja a la de la radio con fines de lucro (comerciales) que necesita una gran audiencia.

Algunos dueños de estas radios son empresarios que empiezan este negocio por ajustarse a los gustos de formatos de pequeños públicos, por ejemplo, si le gusta un tipo de música pero no hay estaciones donde puedan escucharla entonces su radio emite ese género musical; suelen recurrir a  concesionar espacios radiales por un monto mensual o diario, sin importar, en cierto casos, si los locutores saben hacer radio o no; y, mayormente, funcionan solo con una licencia social (aprobación de la población pero no la legal).

También existen las radios de comunidades campesinas y nativas, que presentan propuestas de grupos, incentivan a la sociedad y al PROCESO SOCIOCULTURAL que atraviesan pues fortalecen la comunicación interna, las relaciones con municipios, gobierno regional, iglesia y empresas que trabajan en su territorio.  Se supone asumen el Rol de reivindicación social con la difusión de  su cultura (música, costumbres). Su cobertura es limitada (FM y localidades, no toda la comunidad), y no tienen la capacitación formal para hacer radio, la utilizan solo como expresión.  Un punto importante es la aprobación de LA LEY DE RADIO Y TELEVISIÓN que contempla la radiodifusión comunitaria como expresión rural pero el Ministerio de Transportes y  Comunicaciones no facilita los trámites para el rápido funcionamiento de estas.

Otra intervención rápida es por parte de la Iglesia en el contexto radial, cuya misión es llevar la palabra del Señor. Pueden presentarse como: Eclesiales pues hablan de la Sagradas Escrituras, rezar el rosario o transmitir una misa; evangelizadoras, persuaden a los oyentes a acercarse al llamado del Señor; Radios ciudadanas que abogan por el pueblo y Radios populares o educativas que incluyen en su repertorio programas educativos o de instrucción al pueblo.

Para finalizar la clasificación, citaré a las Radios municipales (o del alcalde), que se convierten en instrumentos de difusión y propaganda de la gestión edil por razones como: 1. Necesidad de las autoridades de informar sobre su gestión. 2. Brindar entretenimiento a la población. 3. Instrumento propagandístico  que beneficia su gestión política (su hay alguna radio que no lo apoya, se usa esta para criticar).

Es entonces que la RADIO ya no solo es promotora de cultura, arte, música, información, sino que se convierte en entidad con fines económicos, sin respeto (en su mayoría) por las funciones básicas que necesita cumplir. Hay una  ausencia de lo público pues ya no existen solo para el pueblo, también defienden intereses particulares (un gobierno o línea política que los financia). Se da paso a un versus entre: la radio como medio de comunicación de masas que brinda un mensaje complejo y de alcance múltiple; y la radio como empresa privada, que busca monopolizar mercados, minimizar a su competencia, una mayor audiencia aunque sin interesarse en educarlos, formarlos, hacerlos competentes.


Fomentar la investigación para disminuir los intereses propios, abarcar problemas sociales contra la publicidad pagada por el gobierno; masificar información para obtener ayuda en lugar de hablar “sandeces” solo por conseguir más seguidores. Considero que el único medio de cambio es aquel que necesita la reforma. Nadie puede cambiar a la radio, ella sola debe purificarse, asimilar lo bueno y renacer de sus cenizas.

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