viernes, 30 de octubre de 2015

Aves de paso: Migración y niñez

Es común observar personas no oriundas, no propias de nuestra ciudad se entremezclen con nosotros, día a día, todos los días, es algo que no podemos evitar, personas en constante movimiento, con aptitudes, con metas, con sueños, con expectativas, que van en búsqueda de trabajo, para solventar a sus familias, que traen consigo a las mismas, que alquilan habitaciones incómodas pero baratas para poder estar en esa ciudad, que suelen ir al campo, por la “faena”, en la jornada diaria, trasplanto en zonas costeras, trabajos de obreros, ir a hacer lo que otros no quieren hacer y por un menos precio.

Y, muy aparte de ello, es usual observar que en esos grandes grupos de migrantes llegan niños, muchos niños vestidos con ropas coloridas, con sus mejillas rosadas, con sus cabellos enmarañados, con su vestimenta típica que no se adapta al sol de la costa, y llegan también a trabajar, a acompañar a sus padres y ayudarlos con la mano de obra, para conseguir más soles para la comida, para poder escapar de la pobreza, dejan de ser niños y se convierten en un sostén más para el seno familiar, privándose de su etapa y forzándolos a madurar, a ser adultos, restándoles niñez; y agregándose que, podrían terminar siendo abusados, explotados, no saben cuál es su destino pues no son protegidos por nadie, no saben que pueden ser escuchados, que merecer ser escuchados.

En el país aproximadamente 11 millones de peruanos se encuentran en situación de pobreza y 4 millones en pobreza extrema, según las actuales estadísticas. No obstante ello, la pobreza, tanto total y extrema, se ha reducido en 9,3 y 3,4 puntos porcentuales respectivamente desde el 2004. Según regiones, la migración interna se dirigió inicialmente de la sierra hacia la costa, con el despoblamiento de la primera y el hacinamiento de la segunda.

En el marco de región, en Lambayeque se vislumbra que el proceso de priorización de problemas de salud no es nuevo, y más en el sector sierra, las postas, aunque se han incrementado, siguen sin llegar para todas las comunidades; sin embargo, ha sido necesario impregnarle mayor racionalidad así como sus factores determinantes y condicionantes para que la población de Incahuasi migre a la costa de la Provincia de Ferreñafe, sea por empleo, por salud, por mejorar la calidad de vida, etc. Otro sector que involucra esta migración es la educación, muchas personas mandan a sus hijos a la costa pues en su lugar no existen colegios y los hay pues están en situaciones precarias, y no son aprovechados por ellos, además que la calidad educativa suele vacilar y la valla educacional es menor.

Aunque el acto migratorio es finalmente una decisión individual, no siempre se manifiesta como un acto completamente voluntario, en la medida que la escasez de oportunidades en los lugares de origen actúa como fuerza expulsora, como fuerza migratoria y presiona en la voluntad de las personas hacia la decisión de emigrar, obligándolos a explorar destinos que actúan como focos de atracción porque ofrecen mayores oportunidades o simplemente se presentan como las únicas alternativas posibles ante un panorama pobre. Así, si bien todos los miembros de una población están formalmente expuestos a migrar, su capacidad de realizar este desplazamiento bajo condiciones adecuadas de información y elección es muy desigual, mayormente ligada a lo que el padre desea hacer o no, moviéndose en conjunto con la familia.

Se deben proteger sus derechos, sus intereses, pues las leyes los apoyan, se debe legitimzar su importancia, así como el respeto a su género, edad, salud, lugar de nacimiento, religión, cultura, entre otros. Para muchos de estos niños, el movimiento, el translado, la migración es la única opción restante para asegurar su estabilidad familiar. Darles oportunidades para mejoren su vida, incrementen su bienestar y perspectivas de desarrollo, sin la discriminación y el acceso a servicios como la educación, la salud, la justicia. La sociedad es la que brinda el respaldo y el cobijo a estos niños, ya que la protección se enmarca en este contexto.

El proceso de migración interna presenta diversas consecuencias, tanto en las localidades de origen como las localidades de destino, osea en Incahuasi como en Ferreñafe, esto es que, por ejemplo, en el aspecto demográfico, la población incrementa en la costa y disminuye en la sierra, es una variación con repercusiones económicas y sociales. Asimismo, debido a la selectividad migratoria, este proceso afecta también diversas características de la población, en particular la estructura de la población según sexo y edad, así como su nivel educativo, tanto en las localidades de origen como de destino, trayendo consigo un teme frecuente, relacionado con la discriminación por la génesis de los migrantes, haciéndoles parecer de menos importancia y tachándoles oportunidades en relación con los propios de ese lugar.

Las acciones que debemos tomar estarían respaldas por todas las áreas del desarrollo, sean culturales, económicas políticas, sociales, demográficas, pues están conectadas estrechamente y se retroalimentan para conseguir los resultados esperados en las poblaciones. Lo que conlleva al hecho de que, en las poblaciones dónde se muestra este confinamiento de personas, se vea una discriminación con ellos, en cuanto a pagos, tratos, en general, pues se considera que no están en las mismas condiciones que los habitantes de esa ciudad.

La búsqueda de un mejor futuro de constituye la herramienta clase y el impulso mayormente aceptado como comienzo de la migración, el pensar que mejores oportunidades se presentan en zonas alejadas de la sierra y más cercas al centro impiden que estas personas obtengan a confianza que necesitan en ellos mismos y fortalezcan sus habilidades, siendo secundado a trabajos forzosos y mal remunerados, malos tratos, violencia en algunos casos, burocracias, en fin, trayendo como consecuencia común a todas las zonas en vías de desarrollo la constante pérdida de capital humano, es decir de la población altamente calificada, amenazando la consolidación de una masa crítica de conocimiento, lo que delimita las posibilidades de las naciones de origen para contar con estos profesionales necesarios para aumentar la competitividad. En cambio el país de acogida recibe grandes contingentes de capital humano sin que su formación le haya significado ningún costo. O sino la pérdida de poblaciones en edad productiva, la trata de personas, el tráfico de migrantes y la movilidad constante, una serie de alarmantes males a los que se ven expuestos estas poblaciones migrantes, y con mayor enfoque en los niños pertenecientes a las mismas.

En conclusión, las constantes movilizaciones de las personas nos llevan a pensar que el mundo está en constante cambio, que el desarrollo se involucra en cada una de las partes que conforman ello, entonces es correcto aseverar que las masas migratorias forman parte importante en la maquetación de un prospecto de progreso social, por ello, esta población debe ser protegida ante las injusticias, y encaminada para el avance propio que se proyecta en su entorno inmediato. Los niños son los que más protección requieren, mayor resguardo, pues ellos serían las piezas claves para mejorar la situación actual de las sociedades, brindándoles educación y motivándoles, haciéndoles saber lo importantes que son, que no son menos que los costeños, que requieren los mismos cuidados y sus derechos son igual de respetables. Darles herramientas de acción, de cambio, de proyección.





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